Una enfermera en un hospital del sur de la Florida está siendo investigada por la policía bajo sospechas de que pudo haber expuesto involuntariamente a más de 1.800 pacientes a microorganismos que causan el sida y la hepatitis.
Los funcionarios del Centro Médico Broward General, en Fort Lauderdale, dijeron a principios de semana que el hospital había descubierto que Qui Lan, de 59 años, utilizaba repetidamente tubos y bolsas de soluciones salinas durante las pruebas cardíacas de estrés, lo que potencialmente podría haber expuesto a 1.851 pacientes a esa dolencias de enero de 2004 a principios de septiembre.
El sargento de la policía de Fort Lauderdale Frank Sousa dijo el miércoles que los investigadores pidieron a los pacientes que podrían haber contraído enfermedades que se pongan en contacto con ellos. "Por ahora no tenemos noticia de víctima alguna", dijo Sousa.
Agregó que el riesgo en sí quizá no sea un delito. "A fin de ser víctima, hay que contraer algún tipo de enfermedad contagiosa", agregó. Un hombre que respondió las llamadas telefónicas en el domicilio de Lan dirigió todas las gestiones a su abogado.
La abogada de Lan, Allison Gilman, dijo a The Associated Press que su cliente ha sido enfermera desde hace 37 años y carece de antecedentes disciplinarios.
"Por ahora no creemos que haya cometido falta alguna", insistió Giman. Se negó a formular comentarios sobre la veracidad de las acusaciones formuladas por el hospital.
Los funcionarios del centro dijeron que la enfermera fue suspendida el 8 de septiembre y renunció al día siguiente. "No dio razón alguna por lo que hizo", comentó la directora gerente del centro Alice Taylor.
El doctor David Droller, director médico de enfermedades infecciosas del hospital, dijo que las posibilidades de un contagio son bajas, aunque no pueden ser descartadas. "No podemos decir que el riesgo sea cero", insistió Droller.