Antes de que la cantante galesa
Duffy subiera al escenario a compartir un tema en el show de
Coldplay, sucedió lo inesperado: casi pierde su blonda cabellera por culpa del fuego que desprendían las velas de su camarín.
El accidente ocurrió ayer en Cleveland antes de un ensayo que la banda inglesa compartiría con
Duffy. Cuando Martin concurrió a buscar a
Duffy al camarín un feo olor lo sorprendió. Y no sólo eso, sino la cara de desesperación que tenía la reina actual del neo soul. No es para menos amigos,
Duffy ha vendido más de 1 millón de discos en el Reino Unido, pero festejarlo a puro fuego no es lo más indicado.