Oetzi: Una maldición del más allá

Un hombre de 5.300 años de antigüedad, encontrado congelado en los Alpes, vengó la interrupción de su sueño eterno matando a quienes descubrieron y manipularon su cuerpo momificado.

Todos vamos a morir en algún momento, es una realidad indiscutible; pero el hecho de que la mayor parte de la gente que participó del 'rescate' arqueológico de la momia en cuastión fallezca trágicamente, sin mucha diferencia de tiempo, sorprendió a muchos. Luego de estos suceso se empezó a hablar de una maldición.
Corría el año 1991 cuando se descubrió el cuerpo de este hombre de la Edad de Piedra, quien, sepultado en un glaciar de los Alpes italianos, yacía en un estado de conservación perfecta gracias al hielo.

Le llamaron Oetzi y determinaron que era un hombre de entre 30 y 45 años, medía 1,50 metros de altura aproximadamente. Durante años su cuerpo ha sido sometido a estudios que determinaron su forma de vida y la manera en que murió.

Sus últimas comidas fueron íbex (cabra salvaje), ciervo rojo, frutos secos y polen. El cadáver llevaba unas mallas de piel de cabra y un sombrero de piel de oso. Cerca de este había un arco junto a unas flechas, un cuchillo con punta de piedra, una herramienta de asta para despellejar y un hacha con hoja de cobre.

El Hombre de Hielo estaba con un compañero al momento de su muerte. Posiblemente lo había trasladado durante un trecho, pues parece que estaba herido, antes de depositar sus herramientas y armas y tumbarse a morir.

Oetzi, 5.300 años después de haberse hechado a morir, no es sólo considerado como uno de los mayores descubrimientos arqueológicos. También se le considera como el portador de una maldición.


Las muertes

La primera víctima fue Rainer Henn, de 64 años y patólogo forense, que recogió el cuerpo con las manos desnudas y lo guardó en la bolsa para cadáveres. Henn murió en una colisión frontal menos de un año después, mientras se dirigía a una conferencia en la que iba a presentar nuevos descubrimientos sobre los restos.

Luego, Kurz Fritz, un montañista que había guiado a Henn hasta el hombre de hielo y una de las primeras personas que contempló su rostro, murió en una avalancha. Fritz, un experimentado escalador que conocía a fondo la región, fue el único miembro de su grupo al que alcanzó la avalancha.

Rainer Hölz, un periodista austriaco de 47 años, filmó en exclusiva la extracción del cuerpo de su capullo de hielo y rodó un documental que se proyectó en todo el mundo. Unos meses después falleció de un tumor cerebral repentino.

Konrad Spindler, un arqueólogo austriaco y destacado experto en el hombre de hielo, se mofaba de las insinuaciones de una maldición y había declarado: "Me parece una estupidez. Es todo un bombo mediático. Lo próximo que dirán es que yo seré el siguiente". Murió al poco tiempo a los 66 años, por complicaciones de una esclerosis múltiple.

Helmut y Erika Simon fueron la pareja alemana aficionada al montañismo que descubrió el cadáver del Oetzi. Helmut Simon, de 67 años, fue encontrado muerto luego de ocho días de haber salido a una caminata a unos 160 kilómetros del lugar donde encontró a Oetzi. Al parecer había caído desde una altura de 240 metros durante una inesperada tormenta de nieve.

La séptima víctima del hombre de hielo fue, 12 años más tarde, Tom Loy, un científico residente en Australia. Loy realizó innovadores análisis de ADN al cadáver. Murió de un momento a otro cuanso empezaba a despertar nuevamente los rumores de esta maldición.




pd: casualidad o una real maldicion?

bueno pues ya lo vimos ni modo ya nos morimos todos

un pelo supersticiosa la cosa, pero de q vuelan, vuelan!