El cortometraje venezolano “Jesús TV” presenta al hijo de Dios en una hipotética segunda venida al mundo convertido en el protagonista de un “reality show” mediante el cual lleva su mensaje a los fieles.
“Lo que faltaba es que Jesucristo venga y le monten un ‘reality show’“, señaló en declaraciones a Efe durante el estreno de la obra en Caracas, anoche, su director, Gastón Goldman, quien trabajó durante años en la televisión por cable.
Peluqueros caninos, una bisexual eligiendo entre 15 hombres y 15 mujeres, el marginado de la clase convirtiéndose en el rey del baile de promoción o la vida de Paris Hilton o de las conejitas de Playboy son algunos de los programas de telerrealidad que copan actualmente las parrillas televisivas venezolanas.
En ese marco, Jesucristo vuelve a la Tierra y, asesorado por el Ángel Gabriel, acude a que lo conviertan en el nuevo fenómeno televisivo, al darse cuenta de que los antiguos métodos para llegar a la gente ya no le funcionan.
“No es ser irreverentes por ser irreverentes, sino ver a través de los ojos de un personaje tan puro como fue Jesucristo, y ponerlo en ese medio que te chupa, te absorbe y después te bota“, explicó Goldman.
Su compañero en la escritura del guión y dirección de la pieza, Héctor Obregoso, aseguró por su parte haber contado con especialistas en Teología para asesorarles.
“Más allá de burlarnos de Jesús y decir que somos unos herejes, queríamos mostrarlo de forma más humana y adaptada a los tiempos“, afirmó Obregoso.
De hecho, en un primer boceto del guión, Jesús se iba despechado a emborracharse a un bar, en el que lloraba sangre, pero cambiaron la escena porque los teólogos les advirtieron que no sería coherente con la manera habitual de proceder del hijo de Dios.
“Le fuimos dando la vuelta al guión de forma que todas las conductas que tiene son lógicas si a él le pasaran“, añadió Obregoso.
Cuando Goldman tuvo la idea principal hace tres años, “estaba un poco harto” de ese tipo de programas llamados de telerrealidad, y asegura que sigue estándolo.
Después, añadió el cineasta, el proyecto sobresalió entre alrededor de 600 aspirantes en el concurso del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, perteneciente al Ministerio de la Cultura.
Con el dinero ganado en ese concurso, y el apoyo de la empresa privada, dieron a luz entre Caracas y Buenos Aires a esta cinta de casi 20 minutos de duración, en la que la ironía y el sentido del humor priman desde el primer segundo.